lunes, 27 de julio de 2020

Módulo 1 / Tema: San Ignacio de Loyola.

PLAN DE INDUCCIÓN Y FORMACIÓN

PROPUESTA EDUCATIVA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS


 

MÓDULO 1

TEMA: SAN IGNACIO DE LOYOLA.

El conocimiento de la persona de Ignacio de Loyola y de su Espiritualidad fundamentan la Propuesta Educativa.

El contenido principal de este módulo es “conocer la vida de Ignacio de Loyola, quien nació y vivió en medio del siglo XV y XVI, y nos enseñó un modo particular de ver la vida y de comprender la relación del hombre con Dios y con las personas que lo rodean. La vida de Ignacio, su conversión personal, la creación de la Compañía de Jesús, su misión, su mirada a la educación como medio para la evangelización, son hitos fundamentales para comprender la obra a la cual pertenecemos y su sentido en el contexto social, cultural, espiritual en el cual estamos inmersos hoy”. (Plan Formativo docente en Pedagogía Ignaciana e Innovación Educativa, RUEI, 2018)

 

Aprender sobre la experiencia espiritual de Ignacio de Loyola y su proceso de conversión nos ayudará a profundizar más sobre nuestra propia condición espiritual, fortaleciéndonos en principios y valores para aportar a la formación integral y a vida de los estudiantes que tenemos en nuestros colegios.

 

 

Guía de trabajo

1- Mirar el siguiente video sobre la vida de San Ignacio de Loyola.


Si deseas descargar el video haz clic en el enlace San Ignacio. Biografía

 

2- Leer las siguientes páginas  del libro de Vilma Reyes Duarte “Plan Formativo docente en Pedagogía Ignaciana e Innovación educativa”, RUEI, Ecuador, 2018.

 

 3- Reflexión personal.

*Profundizo sobre mi propia experiencia espiritual, mis sentimientos, mi camino en la Fe.

¿Qué me aporta la vida de San Ignacio a mi vida, a mi espiritualidad?

*Escribo mis reflexiones. Anoto las ideas más importantes o mociones que voy teniendo.

*Puedo compartir mis reflexiones con el tutor o acompañante.

 

4- Material de lectura complementaria.

Lectura del siguiente material: Compañía de Jesús. Características de la Educación de la Compañía de Jesús. 1986. Pág. 197 a 203.

http://pedagogiaignaciana.com/GetFile.ashx?IdDocumento=123




















5- Repetición

Lectura de las Pág. 11 y 12 del libro de Vilma Reyes Duarte “Coloquios para un conocimiento práctico de la propuesta educativa de la Compañía de Jesús: un camino para los maestros”. ACODESI, Colombia, 2014



6 comentarios:

  1. Muy interesante.. San Ignacio nos muestra el camino del y cambio y la devoción.

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  2. Los diferentes estadios de la vida de San Ignacio de Loyola en toda su trascendencia reflejan significantes enseñanzas. En primer lugar, en un mundo plegado de pecados y aspiraciones vanas movidas por la ambición, el orgullo, la soberbia, la gloria, la fama y todos aquellos deleites de la vida mundanal nos muestra la fragilidad de nuestros cuerpos al ser criaturas limitadas. Aquel portentoso y exitoso hombre de batallas durante la Edad Media halla mediante la austera contemplación de un profundo río la iluminación de su vida, una nueva realidad: “Todas las cosas descienden de Dios, él está presente en todo”.
    La vida del peregrino Ignacio de Loyola es un ejemplo destacable de cambio copernicano, rotunda conversión alcanzada mediante el despojo de sí mismo y la orientación de su vida a un nuevo horizonte: pasa de ser un hombre de armas batallando a favor de los reyes de este mundo a ser un peregrino penitente y pelear al lado del Rey eterno. Es así que, mediante sus ejercicios descubrimos que aún siendo pecadores somos amados por Dios e invitados a responder su amor. La respuesta comienza con el reconocimiento del pecado y de sus consecuencias. El amor de Dios supera el pecado, amor perdonador y redentor.
    De su vida que se divide en cinco grandes etapas: extraemos que la vanidad de este mundo no nos ayuda a colmar el vacío; que las grandes hazañas por amor a Dios como el peregrinaje en soledad evidencian la riqueza del despojo de sí mismo para alcanzar cambios. Su época en Roma nos muestra que la instrucción es fundamental en la vida de todo hombre.
    En conclusión Ignacio de Loyola enseña que el amor se debe poner en obras: servicio por amor, total dedicación.

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  3. Me gusto mucho aprender sobre la vida de San Ignacio de Loyola, ya que transformo el mundo desde su propia circunstancia. Encienden todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevaba en su corazón.

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  4. La vida de San Ignacio me aporta hacer lo que me da paz. Discernir y buscar lo que me realiza y peregrinar así de meta en meta.

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  5. Escuché decir en el video que Loyola estaba deseoso de entregar lo mejor. Que al principio era un hombre de las armas pero decidió cambiar su vida al servicio y al amor. Yo creo que esa parte tomo de esta persona y me veo más identificada y reflejada desde mi experiencia espiritual. Tratar de aportar de mí lo mejor que pueda para acompañar y ayudar al otro. Por eso creo que elegí esta profesión de Docente.

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  6. SENA SELENE: Los diferentes estadios de la vida de San Ignacio de Loyola en toda su trascendencia reflejan significantes enseñanzas. En primer lugar, en un mundo plegado de pecados y aspiraciones vanas movidas por la ambición, el orgullo, la soberbia, la gloria, la fama y todos aquellos deleites de la vida mundanal nos muestra la fragilidad de nuestros cuerpos al ser criaturas limitadas. Aquel portentoso y exitoso hombre de batallas durante la Edad Media halla mediante la austera contemplación de un profundo río la iluminación de su vida, una nueva realidad: “Todas las cosas descienden de Dios, él está presente en todo”.
    La vida del peregrino Ignacio de Loyola es un ejemplo destacable de cambio copernicano, rotunda conversión alcanzada mediante el despojo de sí mismo y la orientación de su vida a un nuevo horizonte: pasa de ser un hombre de armas batallando a favor de los reyes de este mundo a ser un peregrino penitente y pelear al lado del Rey eterno. Es así que, mediante sus ejercicios descubrimos que aún siendo pecadores somos amados por Dios e invitados a responder su amor. La respuesta comienza con el reconocimiento del pecado y de sus consecuencias. El amor de Dios supera el pecado, amor perdonador y redentor.
    De su vida que se divide en cinco grandes etapas: extraemos que la vanidad de este mundo no nos ayuda a colmar el vacío; que las grandes hazañas por amor a Dios como el peregrinaje en soledad evidencian la riqueza del despojo de sí mismo para alcanzar cambios. Su época en Roma nos muestra que la instrucción es fundamental en la vida de todo hombre.
    En conclusión Ignacio de Loyola enseña que el amor se debe poner en obras, servicio por amor, total dedicación.

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