martes, 28 de julio de 2020

Módulo 6 / Tema: Examen Ignaciano

PLAN DE INDUCCIÓN Y FORMACIÓN
PROPUESTA EDUCATIVA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

 

MÓDULO 6
TEMA: EXAMEN IGNACIANO

San Ignacio daba mucho valor al examen como modo de rezar. Dicen que él aconsejaba, cuando el jesuita en alguna circunstancia no podía hacer sus oraciones diarias, que no dejara de hacer el examen. Y él lo practicaba todas las horas, cuando escuchaba el son de la campana, elevaba un momento su mente a Dios para agradecer y examinar lo que había vivido.

 

El examen es una oración, es decir, un diálogo con Dios. Es leer como en un libro sagrado lo que uno vive para comprender lo que le ha sucedido, el sentido profundo de cada momento, lo que Dios regala en cada momento de vida. Así, el examen suscita sobre todo el agradecimiento de “tanto bien recibido” por parte de Dios (muchas veces a través de los demás). La gratitud es lo que nos ubica en nuestro verdadero lugar de necesitados, de dependientes. Por eso, el primer paso del examen es dar gracias a Dios por lo que ocurrió en el tiempo que se quiere examinar, reconociendo su accionar creador en nosotros.

 

El examen ignaciano es una buena herramienta para poder llegar a ser "contemplativos en la acción", para “buscar y encontrar a Dios en todas las cosas”. Al descubrir la Presencia de Dios que trabaja en nuestra vida, identificamos aquellas cosas que Dios nos va señalando como buenas, como llenas de vida, de sentido, de plenitud, y eso nos impulsa a tomar decisiones que vayan en ese sentido, nos confirma en pasos bien dados, nos estimula y anima a seguir caminando, así como nos señala los pasos o los deseos que no son de Dios sino –al decir de San Ignacio-, del Mal Espíritu. Por eso, el examen nos hace más conscientes de encaminar nuestros pasos para acercarnos un poco más al ideal de "en todo amar y servir".

 

Constato que a veces la vida se nos pasa sin saber qué nos pasa y dejándonos una sensación de vacío, de sin sentido. Pero cuando tomamos conciencia de cuánto ocurre en nuestro interior y en nuestro alrededor, nos admiramos de cuántas cosas importantes ocurrieron, que pasarían inadvertidas, saboreamos el sentido profundo de cada vivencia con la gratitud de “tanto bien recibido”. Descubrimos que aún las contradicciones son usadas por Dios para nuestro bien.

 

Saborear el gusto de lo vivido es lo que nos convierte en sabios, por eso, practicar el Examen Ignaciano es un camino de sabiduría.

 

El examen nos lleva a una toma de decisiones que sintonizan con lo que Dios nos sugiere para plenificar nuestra vida.

 

Encontrarás que los alumnos practican el examen en el espacio de “Pausa Ignaciana”. Responde a un Acuerdo del JESEDU (Encuentro mundial de Educación jesuita, 2017), en que se promueva el Examen en todos los colegios jesuitas del mundo.

 

Es muy bueno también hacer un examen ignaciano al final de una clase, o un módulo, o un tema para tomar conciencia de la Presencia de Dios creador. Con cada clase, en los estudiantes ocurren cosas en su interior y en los grupos, que los va transformando, haciendo crecer, en un proceso creador constante que Dios lleva adelante. En el libro de Aula Ignaciana que se propone al final de este módulo a modo de repetición, encontrarás indicaciones para realizar este tipo de examen ignaciano en tu actividad áulica.

 

Considera, también, la posibilidad de incluir en tu práctica personal, el hacer el examen ignaciano con frecuencia. Como decíamos más arriba, es un camino de sabiduría, de gustar internamente el paso de Dios en todo. Tienes algunas pistas en el apartado 3.- Lectura complementaria.

 

Lo “ignaciano” no se adquiere estudiando sino ejercitándose, haciendo experiencia. Y la experiencia es en Presencia de Dios.

 

Ahora te proponemos hacer un examen ignaciano de lo que viviste en la presente Inducción. Puede ser un examen al final de cada módulo o un examen al final de todo el recorrido.

 

 

Guía de trabajo

1- Mirar el siguiente video grabado por Leonardo Nardín sj. donde nos introduce e invita a realizar el examen ignaciano.

 

Si deseas descargar el video haz clic en el enlace  EXAMEN IGNACIANO


2- Hacer los dos tipos de exámenes con las guías que se proponen a continuación. El primero es más espiritual como lo concibe San Ignacio y el otro es de metacognición.

 

* Anoto las ideas más importantes o mociones que voy teniendo.

 *Puedo compartir cómo me ha ido en el examen con el tutor o acompañante.

 

3- Lectura complementaria.


4- Repetición.

Leer las pág. 50 a 53 del Manual La Clase Ignaciana, nuestro modo de proceder. (Bontorín, S. y Lazzaroni E. (2018). Manual Clase Ignaciana: Nuestro modo de proceder. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: PPC Argentina S.A. )  


2 comentarios:

  1. Sí, lo es. Luego de una actividad, dar un momento de reflexión, de autoevaluación, de evaluación grupal, un momento para compartir experiencias y pensar contextos futuros en los que se puede aplicar lo aprendido.
    Creo debería reforzar la reflexión y la evaluación.
    La reflexión me llevó a pensar en mis clases y mejorarlas en la autoreflexión de mis alumnos y mía también.

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